Este residuo puede ser de aluminio o combinación de aluminio y plástico con materia orgánica en su interior.
Las cápsulas de café o infusión no pueden desecharse al contenedor de envases (contenedor amarillo) porque contienen materia orgánica en su interior. Son residuos que se tienen que tratar para extraer el producto y rellenarse.
Existen comercios de algunas marcas en concreto que recogen sus propias cápsulas, además de otros puntos de recogida que se pueden observar en la aplicación.
Desechar al contenedor de resto 1 kg de cápsulas de aluminio y fabricarlas de nuevo supone emitir más de 12 kg de CO₂ a la atmósfera.
Mediante la separación de las cápsulas de café o infusión del resto de residuos se consigue su reutilización y a la vez se evita la contaminación que supondría desecharlas al vertedero y fabricar otras nuevas con materia virgen.