Las mascotas necesitan una gestión especial cuando fallecen.
No tire el cuerpo del animal a ningún contenedor, ni lo abandone en el campo, ni lo entierre en cualquier lugar.
Cuando fallece una mascota se debe gestionar en los lugares que se especifican en la aplicación.
Desprenderse del cuerpo de un animal de una manera no adecuada puede provocar un problema sanitario, ya que los cuerpos de los animales fallecidos son una fuente de contaminación tanto del suelo como de las aguas y como consecuencia se pueden producir intoxicaciones de personas y animales.
Por otro lado, existe el peligro de que los cadáveres puedan ser desenterrados por carroñeros que propaguen infecciones y enfermedades.
Gestionar adecuadamente el cuerpo de un animal evita propagación de virus o enfermedades contagiosas a los seres humanos y otros animales.